UN AMANTE BRUTAL
Ella estaba segura de que vendría. Lo esperaba todos los años tras los primeros fríos. Y él regresaba. Como siempre: apasionado, vigoroso, libertino, después de haber vagabundeado durante la primavera y el verano...
Jamás le preguntó por dónde anduvo. Y qué llanos, cerros, cielos o mares había visitado. Así lo quería. Así lo aceptaba. Así lo deseaba...
Y llegó. Después de la medianoche lo escuchó acercarse. Y palpitante salió a su encuentro...
Él -fogoso y avasallante- la hizo rodar por la gramilla con un abrazo abrasador. Sus ardientes caricias le incendiaron el cuerpo y la mente. Le violentaron las ropas. Le alborotaron el pelo. Le inflamaron los labios...
Afiebrada, no durmió. Él no le dio tregua. Tras breves pausas, la empujaba en nuevas y furiosas arremetidas... Y cuando parecía que había terminado... -tornaba más vehemente que antes...!
Se fue. Al amanecer. Y ella quedó exhausta. Acabada. Con los ojos enrojecidos. La cabellera enjoyada de pastos y arenas. Los vestidos desgarrados. La piel cubierta de polvorientos rastros.
La boca reseca, candente aún...
Así eran las reglas del juego. Ella las toleraba. Es más: las admitía gustosa. Y así como amaba el cielo y la tierra; el sol y la lluvia; el rayo y el trueno, así también se entregaba a él que, tumultuoso, desenfrenado y caliente, bajaba por la quebrada de Humahuaca todos los años.
Su amante brutal: el Viento Norte.
Autor: Carlos Spadoni, escritor, docente, ambientalista mendocino, reside en Jujuy.
Escribió:
Profesor: Faustto Guerrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario